viernes, 28 de enero de 2011

cap 3

_________ llegó a Las Vegas con un vestuario renovado, un nuevo color de pelo y una nueva actitud, no ante el sexo con Tom Kaulitz, sino ante el trabajo. Se había convencido a sí misma de que Kelly tenía razón, que aquella era solo la manera en la que se hacían negocios en la industria del espectáculo. No era una cuestión de ética, simplemente de reglas del juego. Estaba claro que Tom Kaulitz lo vería de ese modo, si la situación hubiera sido al revés.

Tom había volado desde Los Ángeles hasta Las Vegas el mismo día que _________ había hecho su viaje de cinco horas en coche a través del desierto de Mojave. El bueno y viejo Jenkins había aceptado con gusto que ella mintiera, pero no le había ofrecido un billete de avión, explicándole que después de todo, todavía eran una firma independiente, y que el dinero no crecía en los árboles.

—Aunque, una vez que estés en el puesto de representante de A&R —le había prometido él— desplegarán la alfombra roja para ti.

Así que fue un alivio, incluso aunque fuera un poco abrumador, llegar finalmente a Las Vegas Strip. Nunca antes había visto la Ciudad del Pecado, pero un paseo en coche por la carretera de diez carriles le decía que era justo lo que había imaginado. Incluso durante las horas del día, había millones de luces que parpadeaban y danzaban a cada lado de la famosa avenida. Pasó por fuentes enormes, montañas rusas que se movían a toda velocidad sobre su coche, e incluso edificios enteros que cambiaban de color a voluntad. Pudo divisar el puente de Brooklyn, una pirámide egipcia, la Torre Eiffel, el Coliseo romano y un volcán en erupción, y aunque le daba la sensación de que los monumentos de todo el mundo entraban en conflicto en aquel lugar, todo se reestructuraba en un espectáculo puro.

Aminoró la marcha delante del hotel Venecia, donde se habían reservado dos habitaciones juntas para Tom y ella. Se sintió asombrada por la extensión del lugar.

—Bienvenida al hotel Venecia. ¿Desea registrarse?—dijo un empleado del hotel con pinta italiana

—Sí--- después d esto ________ se registro y subio a su habitacion

La habitación era lujosa, sin mencionar lo enorme que parecía, y aquello hizo que se despejaran sus dudas acerca de si iba a gustarle aquello de ser una representante de A&R, incluso aunque todavía no existiera el beneficio de viajar en avión.

Estaba ocupada mirando boquiabierta el enorme cuarto de baño alicatado cuando vio, por el rabillo del ojo, una luz que parpadeaba en el teléfono de la habitación, lo que le informaba que ya tenía un mensaje. Se sentó en el borde de la cama y presionó el botón de recuperación de mensaje, y se encontró completamente deleitada ante el simple sonido de la profunda voz de Tom.

—_________. Has hecho un largo viaje en coche, así que tómate toda la tarde para descansar. Luego, reúnete conmigo en el Mon Ami Gabi delante del hotel París, a las siete. Estoy deseando trabajar contigo.

No se identificó. Porque no hacía falta que lo hiciera.

«Qué arrogante», pensó ella, con los ojos en blanco.

Pero también sexy. Y alguien sexy podría compensar su arrogancia de muchas maneras. Ella pensó que en realidad, nunca le había escuchado encadenar tantas palabras antes, y solo su voz, incluso sin una cara que la acompañara, la había hecho sentirse excitada.

Por supuesto, cuando empezó a prepararse para la cena unas horas más tarde, se fue poniendo cada vez más nerviosa. Como su viejo yo, su yo real, la pequeña y nerviosa _________ que respondía a los teléfonos y tramitaba contratos y que generalmente se quedaba en segundo plano, la pequeña y nerviosa _________ que sentía pánico ante la idea de estar cerca de un hombre ultramoderno como Tom durante más de un minuto o dos.

Pero una mirada al espejo le recordó que había decidido no ser nunca más la pequeña y nerviosa _________. Su pelo, que hacía unos días había sido de un soso castaño claro, era ahora de un tono cálido y sexy de castaño rojizo, con un corte elegante que caía recto hasta los hombros, pero que le enmarcaba la cara. Y su cuerpo, que generalmente escondía con ropa bastante conservadora, ahora le parecía tener muchas más curvas con unos vaqueros bien ajustados, botines de punta y una blusa ajustada de color blanco que dejaba entrever su sujetador.
Asi que ______ se puso en marcha para encontrarse con el gran tom kaulitz a kien había de pasar 7 dias con una gran metira d pormedio, con la persona ala que le robaría el trabajo…

A medida que se acercaba al hotel París, _________ divisó la cafetería que había en el edificio, y que tenía el aspecto de lo que ella había imaginado que fueran las cafeterías que alineaban los Campos Elíseos en el París real, donde ella esperaba ir algún día. La versión de Las Vegas de lo que era la Torre Eiffel ensombrecía los restaurantes de la calle, y ella no pudo evitar sentirse deleitada con la elección que Tom había hecho del restaurante. Ella sabía que no era París realmente, pero estaba deseando disfrutar de la imitación y se sentía contenta de sumergirse de nuevo en los aspectos más opulentos de la Ciudad del Pecado.

Fue entonces cuando lo divisó, sentado ya y estudiando atentamente el menú. Llevaba dos pequeños aros en ambos lóbulos de las orejas, e incluso así sentado, su fornido cuerpo hacía que su simple camiseta vintage y sus vaqueros desgarrados y descoloridos parecieran lo último en moda. Aquella simple imagen hizo que sus pechos se abultaran entre los confines de su sujetador, y que sintiera los vaqueros bien ajustados en el punto donde se encontraban sus muslos, haciéndola temblar.

Él no la había visto, por supuesto —porque ella tenía un aspecto completamente diferente desde la última vez que se habían encontrado— pero aquello le daba la oportunidad de detenerse y estudiarlo en privado, desde la distancia, durante más tiempo de lo que lo había hecho antes.

Cuando él levantó los ojos hacia la camarera, señalando su selección de la lista de vinos, su mirada negra brilló tan intensamente que a _________ le dio un vuelco el corazón. Por la manera en que camarera bajaba la cabeza para sonreírle, _________ supo que ella también se había fijado en aquel brillo excitante. Él le devolvió la sonrisa a la chica, otra cosa de la que _________ no había sido testigo antes, al menos no a distancia, y —oh, Dios mío— era tan bellísima que casi se derrite en aquel mismo pasaje.

¿Y tenía que pasar una semana con él? ¿Concentrándose solo en el trabajo? ¿Intentar esconder su lascivia? ¿Intentar luchar contra ella?

Dejó escapar un suspiro, justo en el momento en el que la mirada de Tom recaía en ella.
Porque su expresión era descaradamente sensual, sexual, la mirada de un hombre que silenciosamente recorre el cuerpo de una mujer utilizando tan solo los ojos. Y también muy efectiva.

Oh, Dios, Kelly tenía razón, ¡Tom Kaulitz pensaba realmente que era una mujer excitante!

3 comentarios:

  1. omg!!!!!!!!!!!!!!! me encanta subeee mas !!!!! by gess

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  2. uiii es demaciado buena mueroo xD please sube mas bye besitos *_*

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  3. oh my gar aaahhhhhhhhhh kda q voy leyendo me da hasta escalofrios xDDDDDDDDDD JODR STA SUPER BUENA SIGO LEYNDO *-------------* TOMMMM HOT MALDITO kajskajsk xD

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