miércoles, 6 de abril de 2011

CAP 48

REGRESO AL PECADO
Si no hubiera pecado, qué haría falta para que me perdonaras?
Mi destino te ha dado la oportunidad de tener piedad.
Ovidio


¡Oh, Dios, había renunciado! ¡Realmente lo había hecho!

Habían pasado tres días, pero cada vez que se acordaba de ello, las noticias le parecían completamente nuevas, e igual de horribles. Tenía muy poco dinero ahorrado —podría pagar el alquiler de aquel mes y del siguiente, y el plazo del coche—, pero necesitaba otro trabajo, y lo necesitaba rápido.
Ahora, estaba sentada en un parque no muy lejos de las oficinas de Blue Night. Kelly había ido a comprar unos bocadillos y se encontraría allí con ella para comer. Mientras esperaba, abría con precaución su antiguo libro, ´´ No necesitas un hombre para ser feliz.´´

Porque ya era hora de que se convenciera de aquello, de una vez por todas. Tom, por supuesto, había hecho mella en aquella creencia, pero al mismo tiempo, después de Tom, no podía imaginar que fuera a encontrar a otro hombre que la hiciera realmente feliz. La había llevado a lugares en los que no había estado antes, y a los que probablemente no iría nunca sin él, y cualquier otro tipo normal no podía simplemente compararse a aquello.
Estudió la zona alrededor del banco en el que se sentaba y se dio cuenta de que estaba sola, así que le pareció seguro empezar con sus afirmaciones.

—No necesito un hombre. No necesito un hombre. No necesito un hombre.
—Oh, por el amor de Dios, otra vez no.
Miró hacia arriba y encontró a Kelly. Ese día llevaba un espectacular traje de color fucsia oscuro que solo ella podía llevar y parecer atractiva. Le pasó a _________ un gran envase de polietileno, lo que ella supuso que era su comida.
—Bueno, voy a decirte lo que necesitas —dijo Kelly, mientras tomaba asiento a su lado, con su propio envase blanco apoyado en el regazo. —Necesitas unas vacaciones.
_________ simplemente suspiró.
—Acabo de tomarme unas. ¿Recuerdas? ¿La Ciudad del Pecado? ¿Montón de sexo? ¿Corazón roto? ¿No te suena todo eso?
Kelly se encogió de hombros.
—Eso era trabajo. Bueno, algo así.
—Ya que lo mencionas, todo aquello fue pagado por Blue Night. Y las chicas que no tienen trabajo no pueden permitirse unas vacaciones.
—Quizás no, pero estás cag*ada de miedo, y lo único que pretendo es que no lo estés. Y si me pides mi opinión, necesitas otra copa de lo mismo para que se te vaya la resaca.
_________ se limitó a parpadear.
---¿Qué?
—Vayamos a Las Vegas. Solo a pasar el fin de semana. Yo conduzco e incluso pagaré la habitación.
—¿Las Vegas? ¿Quieres que vaya a Las Vegas? ¿Después de todo lo que ocurrió allí? ¿Estás loca?

—A eso me refería cuando te decía que necesitas otra copa de lo mismo para que se te vaya la resaca. Necesitas volver a Las Vegas, pasar un buen rato, y dejar de asociar ese lugar con él. Si no, ese sitio estará arruinado para ti toda la vida, y Las Vegas es un lugar demasiado divertido y está demasiado cerca como para que lo borres de tu lista de destino de escapada de fin de semana.
_________ negó con la cabeza.
—No.
—Insisto.
—La última vez que insististe en que hiciera algo, acabé con el corazón destrozado.
Kelly puso los ojos en blanco.
—Te dije que te lo follaras, no que te enamoraras de él. Hay una gran diferencia, amiga —abrió la caja de su bocadillo y la lata de soda que había dentro con la comida. —Ahora no voy a aceptar un no por respuesta. Nos vamos a Las Vegas a pasar un fin de semana de chicas. Te recogeré el viernes a las cinco y media.
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—¿Cómo van las cosas por la oficina? —le preguntó _________ a Kelly mientras conducían por el desierto de Mojave.

Kelly soltó una carcajada ligeramente histérica.
—Está patas arriba. Confía en mí, esta escapada no ha sido solo por ti. Yo también lo necesitaba... y mucho.
Discutieron durante bastante tiempo acerca de los varios desastres que estaban sucediendo en Blue Night, pero ambas llegaron a la conclusión de que era deprimente y entonces, encendieron la radio, de la cual salió el último éxito de Malcolm Barstow, lo que hizo que las dos esbozaran una sonrisa. Después _________ la apagó, y miró el paisaje, plano y de color marrón.
—¿Te conté que Tom y yo follamos en el desierto?
Kelly la miró con una sonrisa astuta.
—No, no me lo dijiste. Y cariño, tengo que decirte que ese hombre te vino que ni pintado. Incluso si solo estuviste con él una semana.
_________ le lanzó una mirada irónica.
—¿Por qué? ¿Porque puedo decir la palabra «follar» sin inmutarme?
Kelly tenía una expresión más satisfecha cuando desvió otra vez la mirada del parabrisas.
—Bueno, por eso también, pero principalmente... porque ahora eres una persona mucho más segura. Eres más extrovertida, no dejas que la gente te intimide, y no te vistes ya como si fueras una sargenta.
_________ nunca había pensado realmente en aquellas cosas —apenas había tenido tiempo, ya que todo lo demás le había estado atormentando— pero quizás Kelly tuviera razón.

—Supongo que quizás... me siento mejor. Definitivamente siento que mi divorcio ha quedado muy detrás de mí, como si me hubiera pasado en otra vida. Y... he sido lo suficientemente valiente como para renunciar de un trabajo supuestamente de ensueño, ¿verdad?
—Creo que él simplemente... te ha mostrado partes de ti que ni siquiera habías visto antes.
—Puedes estar segura de eso —le contestó, claramente acordándose del sexo, y ambas estallaron a carcajadas.

Todavía pensaba que el fin de semana de chicas en Las Vegas era generalmente una mala idea, pero por Kelly, decidió intentarlo y pasárselo bien, o al menos fingir que así era.
Kelly solía conducir como una maniaca cuando estaba en carretera abierta, así que llegaron a Las Vegas Strip justo después de las diez en punto, lo que a _________ le hizo rememorar recientes recuerdos. El corazón le latió con fuerza solo al ver los hoteles en los que Tom y ella habían recorrido juntos, las calles por las que habían caminado y la Torre Eiffel, por supuesto.
Pero casi se muere cuando Kelly tomó el desvío que llevaba al hotel Venecia.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —preguntó ella.
—Eh... dormir. Quizás comer algo. Y posiblemente salir de fiesta, he oído que hay discotecas geniales aquí.
_________ le dedicó a su amiga una mirada dudosa.
—Este es el hotel en el que Tom y yo nos alojamos.
Kelly parpadeó.

—Oh. Supongo que lo mencionaste en algún momento, debo haberlo olvidado. Pero eh —se encogió de hombros y sonrió con suavidad—, tomar otra copa de lo mismo para la resaca, ¿recuerdas? Y es un hotel precioso. Y conseguí un precio genial por la habitación, así que no vamos a otra parte.
A _________ no le gustó la idea, pero supuso que no la mataría quedarse allí. Incluso aunque a cada lugar que mirara se acordara de otra cosa nueva. Intentó no pensar en aquello cuando se registraron y se dirigieron al familiar ascensor en el que Tom había frotado una vez su duro miembro contra su trasero. También intentó no pensar en aquello mientras llevaban las maletas a una habitación que se parecía mucho a la que _________ había ocupado, incluso aunque no hubiera pasado mucho tiempo en ella.

—Entonces —dijo Kelly—, ¿estás preparada para ir a la ciudad?
_________ simplemente parpadeó.
—Es tarde. ¿No estás cansada?
—De ninguna manera, la noche es joven. Y Las Vegas nunca duerme. Estoy preparada para ir a bailar, o quizás para jugar a algo. ¿Nunca te he dicho la suerte que tengo con los dados?
—Eh, no. Pero aunque tú no estés cansada, quizás yo
lo esté.
Kelly bajó la barbilla y puso los puños sobre las caderas.
—Oh, no lo estás. Vas a salir conmigo sí o sí. Estoy segura de que estuviste hasta las tantas cada una de las noches que pasaste en la Ciudad del Pecado, así que de ninguna manera vas a ponerte el pijama e irte a dormir —Kelly la cogió de la muñeca, y le dijo: —Vamos.

Y antes de que ella supiera lo que había pasado, estaban otra vez en el ascensor.
Debido que era la hora de mayor afluencia, estaba abarrotado de gente, personas que iban y venían de las numerosas plantas, y _________ no prestó mucha atención hasta que Kelly la cogió del brazo de nuevo y tiró de ella hacia un tranquilo vestíbulo.
—¿Dónde estamos? —preguntó.
—Es una de las plantas bajas. Creo que hay una discoteca al doblar esa esquina.
—No me apetece escuchar música —dijo _________, pero aun así siguió a Kelly, pensando que aquella zona le resultaba vagamente familiar y finalmente la reconoció cuando salieron por un par de puertas dobles que llevaban a la lujosa zona de la piscina. —Oh, esto lleva a la piscina. Estamos en el lugar equivocado —le informó a su amiga.
Pero Kelly seguía tirando de ella hacia delante.
—Bueno, mientras estemos aquí, también puedo echar un vistazo, elegir mi sitio para mañana, ya que quiero pasar por lo menos la mitad del día mejorando el bronceado.
_________ la siguió en silencio, sin desear especialmente volver a visitar aquella piscina, aunque se esforzó por ser tolerante. «Otra copa de lo mismo, otra copa de lo mismo. No necesito un hombre, no necesito un hombre».
La zona estaba sumida en la oscuridad, pero las luces de neón de la ciudad de alrededor iluminaban el sitio lo suficiente como para hacer que ella distinguiera las columnas y los arcos, los árboles podados, y las tentadoras camas que había en varios puntos al borde de la piscina.
Fue entonces cuando vio...

¿No había alguien tumbado en una de aquellas camas?

Ella miró con los ojos entrecerrados, suponiendo que estaba viendo cosas en la oscuridad, pero entonces se quedó helada en el sitio.

OH! DIOOS! ERA TOM!

4 comentarios:

  1. :O!!!!!!!!!!!!!!!!! no nos dejes asi por dios dinos que va a pasar oooooo esto se pone demaciado bueno sube pronto capi!!!

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  2. porfavor sube el siguente me tienes de puntas pidooo elll otroooo cap.......te lo suplico!!!!!

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  3. Ayyy por favoooor subi yaaa el prox capiii!!!!
    quiero saber...¿que va a pasar???:O chaaan chaaaaan!!!
    Woow el fic esta de MARAVILLAS! siguelo por favoor!!!

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  4. aiiiiiiiiiiiiii dios mio! era tom!!! si verdad? aaaii porfavor subiiiiiiiiiiiiiiiiii! mu muero!! aaah xD ok no mucho!!! xD ajaja sube please!! :D

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