viernes, 4 de marzo de 2011

CAP 32

Bebieron sus copas de vino y conversaron durante un rato más, luego Tom se quitó la chaqueta y la dejó en el borde de la cama. Se besaron, se abrazaron, escucharon la música y observaron a la gente a través de sus cortinas abiertas. Cuando Tom vació su copa, se acercó un poco más a ella, y descansó la palma de la mano sobre su vientre, apenas rozando con el pulgar la parte inferior de su pecho, y con aquel gesto, hizo que _________ deseara más. Se había vuelto agradablemente embriagada durante la noche, y ahora estaba empezando a intoxicarse agradablemente de aquel lugar, de los colores vivos, de las telas lujosas, de la coqueta gente que había alrededor de ellos.

—Te deseo —le susurró ella.
El inclinó la cabeza hasta rozarle la frente con la suya, con una mirada deliberada e intencionada. —Vas a tenerme.
Justo en aquel momento, _________ captó la imagen de un sexy vestido de leopardo que pasaba por el borde de su cama, y que se detuvo delante de ellos. Tom y ella levantaron la cabeza.
—Tom Kaulitz —dijo la chica del vestido con una sonrisa.
Joder, otra admiradora más. Y esta última era incluso más atractiva que todas las demás, con su pelo largo y lacio de un color llamativo cobrizo y una complexión perfecta y aceitunada, con unos labios carnosos y húmedos, con las curvas de sus respingones pechos sobresaliendo de la tela de la parte de arriba del vestido.
—Jenelle —dijo Tom y se sentó para saludarla con una sonrisa más sincera que las que le había dedicado al resto de mujeres que se habían acercado a él. —¿Cómo estás?
La espectacular chica echó la cabeza hacia atrás y puso los ojos en blanco, en un gesto juguetón que a _________ le sorprendió que le pareciera tan sensual. Así de rápido, parecía más simpática y menos afectada que la mayoría de las mujeres del «club de fans de Tom».
—Estoy bien —dijo ella, pero su voz la delataba. —He roto con Danny.
Tom ladeó la cabeza, con una expresión de reprimenda en la cara.
—Ya te avisé acerca de ese tipo.
—Sí, debí haberte escuchado. Esa rata bastarda me ha engañado. Con Darla.
—Oh, mie*rda —dijo Tom, parecía verdaderamente conmocionado.
En aquel momento, Jenelle desvió su atención hacia _________.
—Darla es mi mejor amiga —le informó como si los tres fueran ya amigos. —Bueno, era mi mejor amiga —luego, se inclinó para tenderle la mano al otro lado de la cama. —Soy Jenelle.
—_________ —se presentó y tendió la mano para recibir brevemente la suave mano de la chica. —Y... siento lo de tu novio.
Jenelle hizo un leve gesto con la cabeza, como si estuviera intentando quitarle importancia al asunto, aunque era obvio que había sido algo relevante para ella.
—No me merecía —dijo, intentando esbozar una sonrisa. —Lo que me dijo Tom cuando lo vi la última vez, hace ya seis meses, ¿pero le hice caso yo? No. Aunque ya sabes lo que pasa con algunos tíos, lo simplemente excitantes que son y que se cuelan bajo tu piel de alguna manera, haciéndote perder la cabeza, ¿sabes a qué me refiero?
_________ no solía conocer a aquella clase de tíos, pero lo había aprendido todo aquella semana. Así que le concedió una sonrisa que le decía que podía entenderla.

—Sí, claro.
—El ex marido de _________ era el mismo tipo de rata bastarda —le dijo Tom a Jenelle, después giró la cabeza para mirar a _________. —Espero que no te importe que acabe de decir eso.
Ella negó con la cabeza.
—No, en absoluto —Wayne era ya agua pasada, aunque le gustaba que Tom entendiera cómo de horrible era engañar a una persona y también supo que Jenelle estaba de acuerdo.
—¿Tu marido te engañó? —la cara de Jenelle adoptó una expresión de verdadera repugnancia, como si fuera la primera vez que escuchaba algo tan terrible.
_________ asintió, después lo resumió en pocas palabras.
—Era un gili*pollas.
Jenelle se sentó al borde de la cama y se inclinó hacia ella.
—Dios, pobre chica. Quiero decir, fue más que horrible lo que me pasó con Danny, pero no puedo imaginar cómo de terrible tiene que ser que te engañe la persona con la que estás casada.
_________ suspiró.
—Bueno, definitivamente es un asco. Pero la buena noticia es que ya es historia.
—Y ahora estás pasando el rato en el Rendezvous con el bombón de Tom —Jenelle sonrió.
—Sí, de hecho así es —contestó _________, y en aquel momento no lamentó que Wayne la hubiera llevado a acabar con su matrimonio, dado que Tom era una mejora incuestionable. Tendió la mano para apretujarlo con ternura la rodilla, sobre sus pantalones vaqueros azules, y él se la cubrió con su gran mano.
—Así que estás aquí fuera, disfrutando la vida de soltera otra vez, ¿eh? —le preguntó Tom a Jenelle.
Como antes, la atractiva chica suspiró pero intentó quitarle importancia y sonrió mientras le contestaba
—Podríamos llamarlo como un intento de volver a subir al caballo. Pero estoy un poco confusa —arrugó la nariz. —He salido sola esta noche, pensé que me toparía con alguien al que conociera, o quizás conocería a alguien interesante, pero básicamente he estado dando vueltas por ahí sintiéndome completamente sola.
Tom ladeó la cabeza, en un gesto dubitativo.
—No me digas que no hay hombres que no se te han echado encima con ese vestido, cariño, o sabré que estás mintiéndome.
Ella volvió a poner los ojos en blanco ligeramente.
—Oh, sí, lo han hecho. Pero eran simplemente... bah. Demasiado insistentes. O presuntuosos. O vulgares. Ese es el problema cuando se sale para echar un polvo. Puedo disfrutar del sexo esporádico como cualquier chica de aquí, pero solo es divertido cuando sucede con naturalidad. ¿Sabéis a qué me refiero?
Ella miró a _________ al hacer la pregunta, y como el único sexo esporádico que había tenido en la vida había sido con Tom, y como el sexo con Tom estaba empezando a convertirse en algo más que esporádico, le dijo:
—Completamente.
—Así que creo que me iré a casa y ahogaré mis penas en una botella de vino, después me iré a dormir y empezaré de nuevo mañana —con aquello, se puso de pie. —Me alegro de haberte conocido —le dijo a _________—, y ha sido genial cruzarme contigo, Tom. Llámame la próxima vez que vengas a la ciudad y quedaremos a comer o cualquier cosa. Estoy es casa de amigos ahora mismo porque todos los que tenían salen ahora con Darla y Danny, los capullos.
A pesar de querer estar sola con Tom, bueno, tan sola como se podía estar en el Rendezvous, _________ sintió verdadera pena por Jenelle. Una cosa era perder a tu hombre, pero otra completamente diferente era perder al mismo tiempo a todos tus amigos.
—Si vas a volver a casa solo para beber algo, aquí tenemos vino —hizo gestos hacia el cubo de hielo, y la botella que sobresalía de él. —Quédate un rato.
Jenelle ladeó la cabeza y esbozó una sonrisa de complicidad.
—Es muy amable de tu parte, pero no creo que ustedes dos hayáis venido hasta aquí solo para socializaros, excepto quizás el uno con el otro —guiñó un ojo.
—Tenemos toda la noche —le dijo _________, ya ni siquiera se sentía avergonzada porque la gente asumiera que Tom y ella estaban allí para mantener relaciones sexuales. Y aunque ya era tarde, se había dado cuenta de que las noches en Las Vegas duraban incluso hasta más tarde (por lo menos para ella) que las noches en otros lugares. Llegó incluso a dar una palmada en el terciopelo rojo que había a su lado. —Siéntate y tomemos una copa.
Jenelle se mordió el labio, parecía tentada y _________ se sintió una vez más sorprendida por su belleza.
—¿Están seguros de que no les importa? No voy a quedarme mucho tiempo.
—Sí, estamos seguros —e incluso aunque le parecía una idea inconcebible que estuviera invitando a una chica tan despampanante a «su cama», _________ siguió insistiendo porque Jenelle era mucho más agradable que la mayoría de las mujeres atractivas, y porque al oír los planes que tenía para aquella noche, _________ se dio cuenta de que quizás la vida no fuera siempre tan bonita para la gente bonita. En realidad, quizás incluso apestaba algunas veces.
—Bien, entonces —dijo Jenelle. —Voy a la barra a por otro vaso, y pediré otra botella de vino ya que voy. ¿Qué vino quieren?
—Pinot —contestó Tom, después sacó la botella del cubo para que Jenelle pudiera ver la etiqueta.
—Ahora mismo vuelvo —les dijo Jenelle por encima del hombro con una sonrisa, antes de que desapareciera con su vestido de leopardo.
Después de aquello, Tom giró hacia _________, sus ojos brillaban con sorpresa.
—¿Te ha molestado? —le preguntó ella. —¿Que le haya dicho que se quede?
Él sonrió suavemente.
—No, tienes razón, tenemos toda la noche por delante. Pero me ha pillado por sorpresa.
_________ se encogió de hombros.
—Parece agradable. Y algo a la deriva también. Quizás simplemente esté echando la vista atrás, cuando mi matrimonio se rompió. Realmente es una situación difícil, sobre todo cuando los amigos que tienes en común se ven obligados a elegir bando.
El asintió.
—Es agradable.
—¿De dónde la conoces?
—Es una showgirl, ahora es bailarina en el MGM, pero cuando la conocí bailaba en el Tropicana, en una fiesta después de un concierto. Hace años que la conozco.
—¿Te has acostado con ella?
—Hace mucho tiempo. Solo una vez.
—¿Baila en topless, como las chicas del espectáculo que hemos visto esta noche?

—Solía hacerlo. Pero la última vez que la vi, acababa de ser ascendida a un papel más prominente donde los uniformes no son tan atrevidos. En realidad, apuesto a que sus problemas han venido por eso. Darla estaba en el mismo espectáculo que ella, y no creo que se alegrara mucho cuando a Jenelle la ascendieron de puesto.
_________ hizo una mueca de desprecio.
—Entonces, ¿crees que Darla se lió con el novio de Jenelle por venganza?
Tom se encogió de hombros.
—Quién sabe, pero parece muy probable.
_________ no podía evitar pensar en lo desagradable de todo aquello. Y cómo de competitivo y animado era el mundo en el que Jenelle vivía.
—¿Qué hace que alguien quiera ser una showgirl aquí? —se preguntó en voz alta.
—Jenelle me dijo una vez que había hecho todo lo posible por intentar triunfar en Broadway, pero que no pudo, su voz no era lo suficientemente potente. Todo lo que ella quería hacer en la vida era bailar, así que este parece ser el segundo mejor sitio para conseguirlo.
Justo en aquel instante, reapareció Jenelle, con una botella descorchada de vino en una mano y una copa en la otra.
—Ya estoy aquí.
—Entra —_________ le hizo gestos para que se metiera dentro.
Jenelle se acomodó a un lado de _________, y sostuvo la copa en el aire para que Tom se la llenara. Con Jenelle repentinamente tan cerca, la atención de _________ se dirigió sin darse cuenta hacia los pechos de la mujer; su escote parecía bronceado y perfecto. Y por primera vez, también se fijó en los pies de Jenelle, cubiertos por unos zapatos rojos, de tiras y con tacones de aguja. Aunque _________ no pensaba que pegaran mucho con el vestido de leopardo, Jenelle tenía más que el estilo suficiente como para permitirse combinar algo así.
—Este vestido es precioso —le dijo Jenelle, y tendió la mano para recorrer el suave satén sobre la cadera de _________.
Espontáneamente, la vulva de _________ se estremeció ante el contacto, dejándola completamente desconcertada. Tomó un gran sorbo de su vino e intentó actuar con normalidad.
—Gracias.
—Te hace un pecho precioso —añadió Jenelle, todavía con la mano en el vestido de _________.
—Mmm, sí, son geniales, ¿verdad? —Tom contribuyó a la conversación y se inclinó para plantar un pequeño beso en la parte de arriba del pecho de _________. Un escalofrío recorrió su región lumbar, no solo por aquella caricia sino por el hecho de que la cortina estuviera todavía abierta, y Jenelle aún tuviera la mano sobre ella, con tanta informalidad y facilidad, como si aquel contacto fuera lo más normal del mundo. Quizás lo era en su mundo.
—Las tuyas son también preciosas —_________ se oyó a sí misma decirle aquello a Jenelle.
Dios, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué había dicho algo así? Tenía unos pechos preciosos, pero ¿desde cuándo hacía cumplidos sobre los pechos de otras mujeres?
Aun así, ni Jenelle ni Tom parecieron desconcertados. En lugar de eso, Jenelle zarandeó juguetonamente sus pechos en el vestido de leopardo y contestó:
—Esa es la razón por la que compré el vestido.
En aquel momento, _________ se acordó de lo que Jenelle hacía en la vida y decidió que era probable que fuera completamente normal en su círculo de amistades que las mujeres hablaran acerca de sus pechos.

Pero todavía tenía una sensación de pesadez en el punto en el que se unían sus muslos, y le daba vueltas a la cabeza. Estaba confusa. Ahora casi deseaba no haber invitado a Jenelle a quedarse. Porque lo único que deseaba era lanzarse a los brazos de Tom y besarlo, acariciarlo, conseguir lo que quería de él. La necesidad había estado creciendo durante toda la noche, y ahora, con una brusquedad alarmante, se estaba volviendo más animal aún, como la pasada noche cuando habían paseado en góndola.

si resivo muchos coments mañana les subire 3 caps :D y gracias a las q comentan nnas se les kiere

7 comentarios:

  1. Wow esta genial, me encanta.
    sube Pronto xfaaa.
    Küss

    ResponderEliminar
  2. O.O dios que va a pasar ahí? ya quiero saber , creo que me imagino lo que pasara jujujuju muy buen capi

    ResponderEliminar
  3. Me encanta este fic! Es muuuy genial.
    Habia empezado a leer uno parecido en Facebook. Se llama "7 noches de pecado", pero va mucho mas atrasada que este.
    Espero que subas los 3 capis, un beso!

    ResponderEliminar
  4. SUBAN*-* AMO LA FIC O SEA NECESITO 33 POR FA!

    ResponderEliminar
  5. oooooooooooooooo por dios que cosas con la mejor amiga y con tom esto de pone cadente mas capis mas capis plis!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  6. OMG...!!!
    ezta mega
    ultra zuper
    buena tu
    fic ez
    wow...!!!
    la ame
    pliz pliz
    zigue zubiendo
    qiero el
    proximo
    cap qe muero
    de la intriga

    ResponderEliminar
  7. aahhhh subeee please ameee el capitulooo, esta fic es buenisimaa sube porfiis Bye cuidate

    ResponderEliminar