sábado, 5 de marzo de 2011

Cap 34

Tom se inclinó para besarle el otro pecho, por lo que los dos estaban siendo estimulados al mismo tiempo. Oh, Dios, ella nunca había experimentado tal descarga de pura alegría física y cuando arqueó los pechos hacia arriba, más profundo en sus bocas, intentó tirar de las calientes sensaciones hacia sí. Los besos de Tom eran más intensos, más masculinos, mientras que los labios de Jenelle trabajaban con dulzura y suavidad, cada movimiento más femenino. _________ escuchó cómo su respiración se volvía más irregular a medida que el deleite físico la invadía, y se extendía hacia abajo hasta colarse en sus braguitas.
Cuando finalmente Tom soltó su pecho de la boca, sus exuberantes labios brillaron por la humedad, sus ojos se entrecerraron por la pasión. Se puso de pie, la besó en los labios y... mmm, sí, necesitaba recibir la misma atención que habían tenido sus pechos, pero en otros lugares. Después, Jenelle se levantó otra vez, y se inclinó para besar la calurosa bienvenida de la boca de _________ mientras Tom las observaba. Justo como lo había sentido en el pecho, los labios de Jenelle eran inexorablemente más suaves cuando plantó sus labios en los de _________ primero a un lado y después al otro.
Fue entonces cuando Tom se hizo hacia adelante y comenzó el excitante ménage á trois y _________ sintió un escalofrío recorriéndole el cuerpo hasta los dedos de los pies. Todas las lenguas se encontraron a la vez, lamiéndose con delicadeza la una a la otra, hasta que _________ sintió unas manos abriéndose camino por el ribete de su vestido. ¿Serían las de Tom o las de Jenelle? Era emocionante no estar segura de quién se trataba, pero llegó a la conclusión de que pertenecían a su hombre, ya que pronto se dio cuenta de la rugosidad de la mano, ligeramente más grande. Sus dos compañeros se hicieron hacia atrás después, y se pusieron de rodillas. Jenelle se inclinó para levantarle el vestido a _________, y se mordió el labio mientras estudiaba sus braguitas, que ahora estaban completamente expuestas.

—Qué sexy —jadeó ella, pasando las yemas de los dedos por la parte de delante, justo sobre el monte de _________.
Ésta aguantó la respiración ante la sacudida de sensaciones y se escuchó a sí misma suspirar:
—Por favor.
«Por favor, dense prisa. Por favor, no se detengan. Por favor, hagan que me sienta bien».
—Puedes tener cualquier cosa que desees, nena —le dijo Tom, con un tono de voz suave y profundo, y añadió después: —Levanta tu trasero para mí.
Ella puso los tacones sobre la cama, se levantó, y dejó que Tom le bajara sus nuevas braguitas, mientras Jenelle estudiaba la vulva que acababan de revelar, suspirando de forma audible ante la escena.
—Mmm, qué bonita.
_________ no estaba segura de que ella hubiera pensado nunca en su vulva de aquella manera, pero Tom había utilizado la misma palabra para describirla, y decidió que sí, que era bonita. A su propia y especial manera.
Tom retiró a un lado su tanga de leopardo y suavemente le extendió las piernas, y la hizo sentir su propia humedad mientras él la exponía lascivamente.
—Bonita y rosada —arrulló Jenelle, con una voz llena de coquetería.
—Bonita y rosada, y deliciosa —añadió Tom, con la mirada puesta en los ojos de _________ y después, miró a Jenelle. —Mantenía abierta para mí.

El corazón de _________ latió más fuerte ante aquella petición, sobre todo cuando Jenelle utilizó ambas manos para separar con delicadeza los labios de la vulva de _________ más de lo que ya estaban. Y cuando Tom hundió su boca allí... Oh cielos, fue casi como recibir más placer del que podía aguantar. Se encontró a sí misma estrujando el terciopelo entre sus manos, a su lado, clavando las uñas en él mientras levantaba la vulva para recibir los lametones minuciosos de Tom. Al poco tiempo, Jenelle dejó solo a Tom y volvió a concentrarse en los pechos de _________, recorriéndolos con sus suaves manos, atormentando las cimas sensibles y rosadas con las yemas de sus dedos, y otra vez más se inclinó para lamerla y succionarle.
Ella pudo escuchar sus propios gemidos de placer y vagamente se preguntó si podría resonar más allá del compartimento, pero aquello no le preocupaba lo suficiente como para dejar que parasen. Recibir placer por dos personas realmente proporcionaba el doble de deleite y llevaba sus pasiones a increíbles y nuevas alturas. Todo su cuerpo se ondulaba con deseo, sus pechos se levantaban para recibir las manos y la boca de Jenelle, su vulva ascendía para encontrar la hábil lengua de Tom. Había perdido el control y tenía la sensación de que la lanzaban a un mar de placer puro, que tiraban de ella desde todas las direcciones.
—Oh, Dios, oh Dios —se escuchó a sí misma jadear. Ahora Tom succionaba su clítoris e incluso había introducido dos de sus dedos en su humedad. —¡Oh! —sollozó ella ante la cálida entrada, y después se los folló a los dos, a la boca de Tom, y a los absorbentes y calientes lametones que Jenelle le daba en los pezones.
—Oh... oh, Dios, cariño, sí, sí—estaba muy cerca de alcanzar el orgasmo y casi ni siquiera quería hacerlo, porque deseaba sentirse así para el resto de su vida. Al mismo tiempo, mientras miraba la caída del pelo cobrizo de Jenelle hasta donde sus labios se cerraban alrededor del dilatado pezón y su mano femenina le cubría el otro pecho, bajó los ojos hasta Tom, que recibió su mirada incluso mientras su boca estaba enterrada entre sus piernas; entonces, supo que no podía reprimirlo. —Oh, cariño —ronroneó ella, mirando a sus ojos marrones y sexys.
No dijo nada más. Pero al mismo tiempo, pensó que lo acababa de decir todo. «Quiero esto. Te quiero a ti. Te necesito. Haz que me corra. Haz que me corra».
Y entonces, el clímax surgió dentro de ella a la velocidad de la luz, latiendo salvajemente por todo su cuerpo, obligándola a cerrar los ojos, haciéndola gritar incluso más alto que nunca, a medida que cálidas olas de placer la llevaban a algún lugar nuevo, antes de que finalmente descansara la espalda sobre el terciopelo rojo de la cama donde acababa de entregarse al encuentro más escandaloso de su existencia.
Jenelle estaba besándole la boca con ternura, sonriendo sensualmente mientras la miraba, y Tom le daba diminutos besos justo por encima de su vulva, hasta su ombligo.

—Mmm, ¿te ha gustado? —le preguntó Jenelle.
Simplemente no existían las palabras que pudieran describir lo que acababa de experimentar. Y ahora que el orgasmo se estaba desvaneciendo y volvía a poner los pies en la tierra, todo le pareció... surrealista. ¿Ella con otra mujer? ¿Y con Tom? ¿Al mismo tiempo?
Pero la vuelta a la cordura no hizo más fácil que ella pudiera negar que se había divertido con aquel atrevido capricho más de lo que podía comprender.
—Dios, sí —se las arregló finalmente para decir.
Jenelle acarició los pechos de _________ un poco más y parecía sinceramente agradada.
—Mmm, me alegro.

Y a _________ seguía gustándole mucho, pensaba que era muy dulce, incluso aunque vivieran en mundos completamente diferentes, porque, después de todo, el mundo de _________ parecía estar cerca del de Jenelle con cada día que pasaba. Así que le pareció justo decirle a su nueva amiga:
—Ahora me toca a mí.
Jenelle se mordió el labio, le lanzó una sexy sonrisa y besó a _________ una vez más.
Por supuesto, _________ no tenía ni la más mínima idea de cómo proceder, solo sabía que quería darle a Jenelle el placer que había venido buscando aquella noche, y que Tom iba a ayudarla. Subió suavemente la mano y la llevó hasta la nuca de Jenelle y cuando _________ localizó un lazo de tela, tiró de él e hizo que el vestido de Jenelle le cayera suavemente sobre la cintura.
—Oh, vaya —susurró _________ al ver los perfectos pechos de Jenelle. Eran grandes y redondos, y no había ninguna marca de bikini en ellos y se levantaban perfectamente por sí solos. Supuso que probablemente estaban operados, y si era así no había duda alguna de que Jenelle había invertido bien su dinero. Aunque fue más la curiosidad que el deseo lo que empujó a _________ a llevar sus manos hacia arriba, hacia la dulce curva que había alrededor de la parte exterior de sus pechos. Suaves y firmes en las palmas de sus manos, la caricia hizo que una nueva sensación de lujuria se apoderara de _________. No podía afirmar con seguridad si le gustaba otra mujer o no, pensó que mucha de su excitación se debía simplemente al hecho de atreverse a hacer algo tan salvaje, o de ver cuánto disfrutaba Tom con aquello.
Una idea que la hizo concentrar la mirada en él.
—Bésalos —le dijo él.
Y ella obedeció, una respuesta natural que consistía en darle placer a él, a costa de lo que fuera. Levantó la cabeza de las almohadas negras y púrpuras, y con dulzura besó la punta del pezón color malva de Jenelle; escuchó el pequeño suspiro de su nueva amiga y el suave gemido de Tom, y dejó que los sonidos recorrieran todo su ser. La sensación de la pequeña y dura gota de piel contra sus labios le hizo sentir una nueva ráfaga de electricidad que le atravesó la piel.
«Sé más atrevida», le decía una pequeña voz interior. «Hazlo por Tom. Impresiónalo. Impresiónale más de lo que él cree que eres capaz».
_________ se mordió el labio y se sentó erguida, curvó las manos alrededor de los hombros de Jenelle y la empujó suavemente hasta acostarla sobre la cama, invirtiendo las posiciones. Después hizo una pausa, solo durante un segundo, conmocionada por la belleza de Jenelle tumbada en topless con su pelo desplegado sobre el terciopelo.

akii sta el 2do cap nnas :D espero poder subir el 3ro esq la luz en mi ksa esta muy baja y el internet se pone loko xD comenten gracias

3 comentarios:

  1. 0ò que cosas contigo chica que barabridad dios santo estoy as 0ò deverdad me has dejado imprecionada wow que buen capi espero y puedas subir el otro vale besos biie

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  2. me qedeee O.O !!!!!
    sigeeeee el otrooooooo!!!!!!!!!!!!

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